bueno, entonces aprendí un par de cosas que no sabía del transporte de acá. por ejemplo que todo para en las mismas paradas, o sea, todo lo que pasa por el mismo lugar para en las mismas paradas, aunque vayan o vengan de lugares distintos. los colectivos son chicos, como esos 62 chiquitos, y no tienen número, sino unos carteles adelante que dicen aproximadamente por donde pasan. o sea, hay que preguntar mucho para no cagarla. se paga al bajar, y todos los destinos cuestan lo mismo: bsf. 1,20 (uno con veinte bolívares fuertes), que al cambio oficial en dólares sería us$ 0.55 o ar$ 1,73 (a 3,10 el dólar). en fin, un poco más caro que andar por capital en buenos aires, loco si pensamos en la diferencia del precio de la nafta… en fin.
luego, a la salida del trabajo, como ya estaba en valiente, me subí a otro colectivo para ir a otra parte, esta vez me subí a lo que se llama metrobús, que son como unas líneas de colectivos del mismo metro (subte) que, si no me equivoco, empiezan y terminan sus recorridos en paradas del metro. este fue mucho más parecido a los de buenos aires, se paga al subir (bsf. 0,70; us$ 0.32; ar$ 1,00), el colectivero te da un boleto y lo pasas por un molinetito, el mismo tipo te da el vuelto y listo, you’re in!
dato curioso, los colectivos comunes no tienen timbre de parada, uno le dice al chofer directamente que se baja en la próxima y listo. el metrobús si tiene timbre.
todo muy lindo, pero igual hay que ir mirando para todas partes porque los ladrones son muy rápidos y uno huele a carne fresca. como no hay guías “t” siempre hay que averiguar con lujo de detalles qué tomar y hacia donde va la cosa. igual seguiré teniendo encima plata para el taxi por si me mando la cagada.