Sunday, March 23, 2008

la historia de colectivero amable



cualquiera que me conoce sabe que no me llevo bien con los colectiveros, digamos que no son mi especie favorita en la hermosa y diversa fauna de la ciudad.


pero lo que digo hoy, a mis ojos, los reivindica a todos (bueh, casi).


cuestión que el viernes iba a lo de mi querida bitch, tipo al mediodía, feriadito, o sea, estaba medio dormida.


estaba sola en la parada del 62 y como no venía me distraje y empecé a mirar mis uñas que, btw, necesitan un tratamiento urgente de recuperación….


mientras meditaba sobre esos asuntos, sentí una gran sombra roja caer sobre mi. era el colectivo! paró sin que yo lo pare! el colectivero solito me vio que estaba solita en la parada mirándome las uñas y asumió (bien) que lo esperaba a él! y paró! que amable, increíble para mí.


cuando subí, un poco avergonzada por mi distracción, le di las gracias, me preguntó riendo si estaba dormida, le contesté que sí, “jijiji” por aquí, “jijiji” por allá….


vale decir que me senté lejos y escondida, atrás de la única otra persona que estaba en el colectivo…. por las dudas… demasiadas risitas….


en fin, that’s all…


sobre la privacidad de mi blog

cuestión que le dije alguien que no iba a ver mi blog, bah, que yo no le iba a dar la dirección, y como es obvio, basta que se le diga que no a alguien para que lo quiera más: lo buscó y lo encontró.

¿cómo encontrar el blog de alguien?

fácil people! basta haber leído o visto alguna historieta de detectives.

primero, cualquier idiota que tiene un blog, seguro tiene alguno más (a qué blogger conocen con un solo blog, fotolog, o whatever else?), me incluyo en esta categoría de idiota.

luego, lo más probable es que, en pos de la solidaridad, y como los lectores escasean (porque no le damos la dire a nadie), le hagamos propaganda a los blogs de nuestros amigos en nuestros blogs y ellos a nosotros, así como también difundimos todas nuestras otras publicaciones en nuestros mismos blogs y los de nuestros amigos, así hacemos un círculo de propagandas espiraladas, infinitas como la arena o las rayas del tigre - así de borgeano es el asunto…

finalmente, para encontrar el blog de alguien basta con encontrar el blog de algún amigo solidario (y descuidado) y seguir las pistas hasta encontrar el tesoro, por poco valioso que sea.

that’s all, folks!